miércoles, 22 de agosto de 2012

Hubo una vez un bar libertario llamado SUBTERRANEA...

Antes, por el 2004, 2005, 2006 y más antes aún... existía un lugar, un hogar... Al entrar, te recibían cráneos de todo tipo y música que los vecinos del frente (una iglesia evangélica) consideraban ruido asqueroso, difamador o diabólico... perfecto. 
Fue el hogar de las protestas, de los debates, borracheras, conciertos, de los muchachos que hallaban un sitio encontrado para poder existir en "paz". Subterránea fue el hogar de cuanto ente marginado o estéticamente mal visto por la sociedad se presentara con ideas de llevar a cabo acciones directas. 
Siempre había oídos para cualquier idea que se presente mientras sea a favor de la libre manifestación individual, grupal... cuya crítica básica trascendía de la palabra a la obra... del tosco actuar… a una acción concreta… sincera... justa en varios casos... libre...

SUBTERRÁNEA ESTÁ EN NUESTROS CORAZONES… 


















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